No me gustaría un mundo dónde todos fuéramos fabricados en serie. Me reconforta saber que hay vida más allá de la globalización.
Eduardo Lostal nació en Santander (España), en 1959. Se inició como empedernido viajero y fotógrafo en 1987, pero fué en de 2003, a raíz de su primera exposición, cuando decidió tomarse el tema mucho más en serio. Desde entonces, no ha dejado de viajar a los lugares más remotos del planeta, fotografiando a algunas de las culturas más viejas, que siguen existiendo. Se puede decir que “su pasión por la aventura es casi tan fuerte como su pasión por la imagen”.
Como viajero, ha recorrido algunas de las zonas más duras de la tierra, como las selvas de Irian Jaya, el abrasador desierto del Danakil, en Etiopía, o la tundra siberiana. También se ha internado en territorios en conflicto, como demuestran sus dos viajes a Sur Sudán. Su tendencia natural le lleva a adentrarse en lo más remoto, siempre en búsqueda de las reliquias humanas que se ocultan en áreas de difícil acceso para el hombre occidental. Casi siempre, lejos de la, así llamada, civilización. Su forma de viajar no sólo le obliga a desplazarse en el espacio, sino también en el tiempo. Las distancias que recorre no sólo se miden en kilómetros, también en siglos.
Lo suyo es la etnografía. La diversidad le fascina. Su cámara rara vez apunta hacia paisajes ó monumentos históricos. Le encanta captar personas. Cuanto más puras y diferentes, tanto mejor.
Ha viajado por los cinco continentes, pero, de todos, Africa es, sin duda, su preferido.
En los últimos años, Lostal ha mostrado sus fotografías en exposiciones, revistas y periódicos.
COMO ESCRITOR, Ha publicado tres novelas enmarcadas en el continente africano: Oí silbar a las acacias (2013), Hijos de un país sin Dios (2015) y Piel blanca, corazón negro (2023).
Pero esta historia de amor por la vida aún no ha llegado a su fin. Son muchos los planes de viaje que aguardan, en su mente, el momento de ser cumplidos. Para él, el mundo aún esconde muchos tesoros humanos, esperando a ser a ser plasmados por su cámara.